Nuestra experiencia en La Baja Divide: guía práctica

Nuestra experiencia en La Baja Divide: guía práctica

Nuestra experiencia en La Baja Divide: guía práctica

Por Melissa Purata y Nicolás Álvarez Icaza Rámirez.

 


Introducción

 

«Algún día», eso decíamos cuando veíamos las fotos de la Baja Divide compartidas en bikepacking.com. En ese momento de la vida, todavía nos encontrábamos flotando un poco entre los extraños tiempos pandémicos. Nuestra experiencia en el mundo del bikepacking/cicloviaje era diferente: por un lado, la de Nico se reducía a un pequeño cicloviaje por la península de Yucatán y la confianza de saberse capaz de pedalear muchas horas al día por muchos días seguidos y en cualquier tipo de terreno, pero no mucho más. Por el otro, Meli tenía un currículum cicloviajero ligeramente más extenso, pero no experiencia en la bicicleta de montaña. Todo indicaba que La Baja Divide sería un reto para ambos.


Los sueños comenzaron a tomar cuerpo y forma por ahí de mediados del 2021, sabíamos que sería una buena planeación pues debíamos conseguir las cosas (incluyendo la bici de Meli) y organizar los tiempos. Primero vinieron las pláticas con Marilena de Media Mecha, que nos ayudó en un montón de cosas, entre ellas a establecer comunicación, confianza y acuerdos con Seth de DOS ERRE MX, que decidió confiar en nosotros y apoyar con la manufactura del equipaje que nos faltaba y que nos acompañó durante todo el viaje. Las pláticas con Seth nos ayudaron a escoger las configuraciones de equipaje que nos permitirían cargar con todo lo que necesitaríamos (incluyendo MUCHOS litros de agua) y que resistirían los mil y tantos km de mucho sol, arena, tierra, posibles caídas y olisqueos de coyote. 


Un click y los boletos a Tijuana eran una realidad: ¿qué podíamos ignorar de algo que nunca nos imaginamos que haríamos? Nada de importancia, finalmente, la experiencia es un bien que no se puede planear o comprar; ni siquiera platicando con personas experimentadas podíamos adquirir aquello que solo se adquiere en el camino. 


Este texto que están leyendo contiene nuestras recomendaciones resultado de nuestra experiencia recorriendo los majestuosos caminos de La Baja Divide. Si acaso están leyéndolo porque es una ruta en su lista, les recomendamos no tomarla a ligera y prepararse para vivir una experiencia inolvidable que requiere preparación física y mental. Si tienen cualquier duda, no duden en contactarnos. 

 

Sobre nuestro equipaje

 

Desde que comenzamos con la planeación de La Baja Divide, establecimos que ocuparíamos equipo de bikepacking/cicloviaje mexicano, utilizando configuraciones diferentes para cada uno. Nico tenía claro que su bicicleta sería cross country pura y las adaptaciones serían para mantener ese estilo. Meli en cambio, tenía claro que quería una bicicleta más touring, con adaptaciones para rack trasero.


Cuando platicamos con Seth sobre lo ideal para llevarnos, él nos aconsejó llevar puro equipo de bikepacking y evitar las alforjas… la cosa es que por costumbre y para facilitar el cargar comida sin empaque, Meli decidió que ella sí utilizaría alforjas. Así, las configuraciones quedaron de la siguiente manera:


El equipo de Nico:


La bici estaba equipada con arnés trasero, dos bolsas de tijera, arnés delantero y un par de portabidones grandes con capacidad de 1.5 L. Él llevaba los sleepings en la bolsa de asiento, la ropa de ambos en las bolsas de tijera y la tienda de campaña y el tripié en la bolsa de manubrio. Los portabidones, además del agua, también llevaban algunas cosas que queríamos tener a la mano: encendedor, celular, bomba y multiherramientas. El resultado fue una bici ágil, pero con frente un tanto pesado, pesando por ahí de 24 kg ya con todo.



El equipo de Meli

 

Un rack trasero con un par de alforjas de 15 L, un portaherramientas, dos portabidones chicos y una riñonera plus extra grande como bolsa de manubrio. La riñonera llevaba las cosas que teníamos que tener a la mano: botiquín, papel de baño, carteras, cubiertos, los aperitivos de la rodada, los diarios y las llaves. Las alforjas cargaban nuestra comida (máximo 3 días), los colchones, agua extra, chamarras, un montón de paquetes: cables y baterías, cosas de higiene, bloqueador y todo aquello que decidiéramos aventarles. Según el agua y comida que llevaran las alforjas, la bici pesaba con todo y todo entre 22-29 kg: una bici con todo lo necesario, pero con una parte trasera muy pesada.



La pregunta del millón, ¿qué configuraciones recomendamos?


Casi acabando el viaje, al rack trasero de Meli se le rompió una de las patitas, ¿por qué? Pues porque es una ruta que tiene muchísimas secciones rocosas y tramos extensos de permanente (ondulaciones chocosas): el constante rebote más los tantos kg, no fueron la mejor combinación. Por otro lado, aunque todo el equipo en la bici de Nico aguantó perfecto y cargó todo lo necesario, también sentimos que le hizo falta una distribución más equilibrada entre el frente y la parte de atrás. En resumen: para una ruta así nos parece que lo ideal es tener el peso repartido por toda la bicicleta, evitando que haya mucho peso delante o mucho peso atrás. 


Quizás las próximas configuración a probar para un viaje así sean: en el caso de Meli, una bolsa de cuadro y un par de alforjas de 8 L o una bolsa Itacate en lugar del par de 15 L, alternando un porta bidón grande (1.5 L) con uno chico (1 L) y conservando la bolsa de manubrio (de cámara o riñonera). Para la configuración de Nico, también pondríamos un porta bidón grande con uno chico, quitaríamos la bolsa de manubrio, dejando sólo el arnés para la tienda y añadiríamos una bolsa de cuadro para repartir mejor el peso.

 

OJO: cualquier configuración que se elija para esta ruta DEBE de considerar tener suficiente espacio para cargar agua: ya sean portabidones, jaulas en la tijera o vejigas de hidratación en bolsas de cuadro o alforjas. La cosa es tener en cuenta que hay secciones que necesitan capacidad de unos 10-13 L de agua (según la persona).


 

Las bicicletas


La Baja Divide es una ruta muy especial porque sí se necesitan bicicletas con características específicas… o bueno, sí se recomiendan para que sea un mejor viaje. Una cosa IMPRESCINDIBLE es el uso de llantas tubeless, pues todo el camino hay plantas espinosas que sin duda alguna atraviesan múltiples veces las llantas. Ahora, lo que sigue son recomendaciones:

  • Llantas anchas: en la página recomiendan llantas de 3.0” para arriba. Nosotros rodamos con 2.35” y 2.2”, pero con rines anchos (de 30 mm de ancho interno) y suspensión. Si bien sí pudimos rodar en la gran mayoría del recorrido, nos hubiera gustado tener más clearence para secciones lodosas y llantas más anchas para secciones arenosas. En varios segmentos tuvimos que bajar bastante la presión a nuestras llantas.
  • ¿Tijera o suspensión? A ver, esto depende de cada quién, pero es una ruta con muchísimas rocas y permanente, por lo que recomendamos que si no tienen suspensión, sí se aferren a llevar el ancho de llanta que recomiendan en la página de bikepacking.com. Nuestras dos bicis tienen suspensión (140 mm y 100 mm de recorrido) y es algo que no cambiaríamos, pues te permite llevar llantas menos anchas sin comprometer tus muñecas con tanta vibración/golpes. 
  • Asegúrense de amar y conocer a la perfección el asiento que decidan llevar, así evitarán rozaduras, adormecimiento y dolores incómodos. 


Cuándo hacerla


Sin duda alguna: invierno (noviembre a marzo). En verano o inclusive primavera y otoño, el calor la convierte en una ruta mucho más exigente de lo que ya de por sí es. Por no decir que en algunas secciones, la falta de agua potable la convierte en una ruta peligrosa de rodar en otra estación, pues hay un alto riesgo de sufrir deshidratación severa.  

 


 

Los caminos

 

 


La Baja Divide es una ruta que se caracteriza por tener un enorme porcentaje de caminos arenosos, lo que la ubica como una ruta demandante en cuánto al rodamiento de las bicicletas. La arena conforma suelos que se compactan o son muy sueltos dependiendo la cantidad de agua que haya caído en los días previos. Afortunadamente, La Baja Divide es una ruta que se debe de hacer en invierno (noviembre a marzo), época que coincide con la de lluvias, así que es probable encontrar caminos arenosos ligeramente compactados. Esto no quiere decir que no puedan pasar varios días sin que caiga una sola gota y los caminos se sequen por lo que la arena se vuelve un continuo mucho más suelto que dificulta de manera significativa el avance por la ruta. 


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Múltiples secciones están conformadas por rocas sueltas que resultan un reto a la hora de ajustar la presión de las llantas y requieren de técnica para no salir volando. De igual modo, a lo largo de la ruta se transitan secciones de arena compacta que generan patrones que cruzan los caminos de lado a lado, conformando agrupaciones de dunas cortas y duras mejor conocidas como “permanentes”. Estos permanentes llegan a ser muy molestos porque la bicicleta, el equipo y el cuerpo rebotan de manera desincronizada. Una buena forma de transitar estas secciones con menos molestias, es bajar la presión de las llantas al mínimo tolerable (llegamos a rodar nuestras llantas de 2.2” y 2.35” a 12-13 psi) de tal manera que los permanentes se absorben y el nivel de rebote disminuye considerablemente. 



 

Hay pocas pero memorables secciones de caminos compactos conformados por arenas y arcillas que permiten rodar de manera exquisita y rápida. Este tipo de caminos pueden presentarse ya sea porque llovió pocos días antes y no se formaron charcos o el agua ya se evaporó, o bien, porque han sido compactados a través del tiempo.


Eso sí, hay subidas y bajadas muy pronunciadas que te obligan a bajarte de la bici y empujar hacia arriba con todas tus fuerzas o tratar de alcanzar el equilibrio sin resbalar mientras desciendes. El desnivel acumulado de la ruta es de aproximadamente 28,000 metros.


 


El presupuesto


La península de Baja California no se caracteriza por ser una región barata: a pesar de estar conectada al resto del país vía terrestre, su longitud y su clima hacen que varias partes sean muy poco accesibles, elevando los costos de los insumos por el transporte y cuidado que requieren. Esto no quiere decir que sea imposible plantearse una ruta en modo ahorro o bajo presupuesto, sin embargo, sí requiere una planeación para no pasar hambre.


Nuestro viaje duró 38 días, de los cuales 33 rodamos, recorriendo desde Ensenada hasta La Paz, pasando por Los Cabos. Durante todos esos días, los que rodamos y no, procuramos anotar cada uno de nuestros gastos para poder saber con certeza cuánto dinero se necesita. Nos gastamos cerca de $35,000 entre los dos (por ahí de $17.5k por persona) incluyendo TODO: vuelos, autobuses, taxis hacia aeropuertos, hoteles, comida, cruces en lancha, refacciones que no llevábamos, servicios de bici y tanto helado como pudimos. Algunas de las anotaciones que podemos hacer son:

  • Los hoteles no son baratos. Nosotros acampamos 27/38 noches, la mayoría wild camping (por lo que varias noches no pagamos) y aún así fueron $9,300 de hospedajes en total. Generalmente los sitios de acampada cuestan entre $100 y $150 por persona, los hoteles dependen mucho del lugar, pero bueno, bañarse cada 4 días se agradece. Una buena alternativa es revisar la página de WarmShowers.org.
  • Para reducir costos, les recomendamos comprar los vuelos con anticipación o bien, elegir el transporte que más les convenga. Nosotros viajamos con VivaAerobús y los vuelos costaron cerca de $7,000 por ambos, con ida CDMX-Tijuana y regreso La Paz-CDMX. De igual modo, revisen el precio de documentar bicicleta (equipo deportivo) en la aerolínea con la que viajen, para nosotros fue por ahí de $600 cada bicicleta por trayecto.
  • En prácticamente todo el recorrido hay dispensadores de agua para rellenar ánforas o agua de pozo que te sirve la gente, por lo que lo mejor es llevar ánforas y vejigas para rellenar en lugar de estar comprando botellas o garrafas, además de que se evitan una inmensidad de plásticos.
  • Lleven todas las refacciones necesarias: nosotros fuimos con balatas nuevas y casi al final tuvimos que cambiarlas, lo que nos costó $830 por el par de balatas ya que no llevábamos. Quizás podríamos haber ahorrado un poco previniendo eso. 
  • Llevar estufa y equipo de cocina puede ahorrar dinero: en varios puntos hay tiendas o misceláneas donde puede conseguirse lo básico para un buen desayuno. 
  • Hay pocos lugares con cajeros para retirar dinero: las ciudades grandes y sitios donde haya supermercados “La Ley”, por lo que es importante traer suficiente dinero entre un punto y otro para no verse en aprietos. Entren a bajadivide.com y busquen dentro de los documentos que comparten su guía de distancias y puntos de importancia, en ella documentaron todos los lugares con cajeros automáticos.

 


La seguridad


Nos sentimos totalmente seguros en todas nuestras noches de acampada y en nuestros trayectos. Claro, como en todo estado de nuestro país, las grandes ciudades suelen acompañarse de más riesgos, por lo que les recomendamos no confiarse y cuidar bien sus bicis y su equipo cuando estén en sitios muy poblados. Ah y sí, sí es una ruta que puede hacerse en solitario (mucha gente lo hace anualmente, incluyendo mujeres).


Con respecto a la seguridad vial, los tramos de carretera también los sentimos bien. De hecho, los traileros nos cuidaron varias veces y suelen rebasar con precaución (mucho mejor que los automovilistas comunes). De todos modos hay que estar pendientes en todo momento y poner atención en el camino. Ojo: si quieren recorrer la ruta en noviembre, revisen las fechas del evento La Baja 1000 y si no, de todos maneras estén pendientes de los coches 4x4 que pueden pasar a toda velocidad incluso por lugares remotos.


Por último, cuando acampen en el desierto procuren alumbrar bien por donde caminen en las noches: pisar un cactus duele más de lo que se imaginan y pisar o molestar a una serpiente no debe ser tan divertido (aunque no nos tocó ver ninguna). Por los animales no se preocupen, sólo cuídense y cuídenlos (no dejen basura y mucho menos si tiene comida). 

 

 

La conectividad


Al igual que los cajeros, sólo hay señal de celular en contadas ocasiones. Eso sí, en algunos pequeños poblados es posible rentar wifi en las tienditas. Si está en sus posibilidades, consigan un aparato GPS que les permita avisarles a sus seres queridos que todo va bien: nosotros llevamos un SPOT que permite mandar un mensaje preprogramado para avisar que todo está bien o activar una alerta SOS si no es así. Si deciden hacer el viaje en solitario, es una herramienta que puede salvarles la vida en una caída o cualquier tipo de accidente. 


Por otro lado, es imprescindible tener la ruta descargada en al menos un dispositivo, ya sea celular, ciclocomputadora o reloj inteligente. 


 

Por último: consejitos varios


 


  • Tomen días de descanso. Nosotros íbamos con el tiempo muy justo y llegamos reventados a La Paz con más de 2 semanas sin descanso. Traten de descansar por lo menos un día después de cada segmento, de verdad que su cuerpo se los agradecerá y tendrán tiempo para escribir un bonito diario. 
  • Procuren generar el mínimo de residuos inorgánicos. La gran mayoría de los asentamientos en la Baja no cuentan con un plan de gestión de residuos sólidos, por lo que toda la basura, incluso de ciudades, acaba tirada o quemada en las afueras. Está de más decir que este tipo de tiraderos amenaza la vida de la fauna local y contamina el entorno (incluyendo fuentes de agua subterráneas). Lleven bolsas reutilizables (de silicón), tóperes comprimibles y su set de cubiertos.
  • Busquen las tortillerías del lugar o pregunten quién hace para vender: nada como comer tortillitas de harina recién hechecitas. 
  • Carguen con su par extra de balatas. Aunque parezca difícil de creer, si puede gastarse su juego en los mil y tantos km de recorrido.
  • Si hacen fogatas: no se vayan hasta asegurarse de haberlas apagado por completo.
  • Compren su vuelo de regreso abierto, esto les permitirá hacer pequeños ajustes cuando se acerque el final del viaje.
  • Lleven batería externa para cargar sus celulares/gps. Por lo general, sólo es posible hacerse de conectores en cada intersección con la carretera, cada 3-4 días.
  • Si deciden llevar la ruta en su ciclocomputadora (gps), también llévenla en su celular como respaldo. Nosotros la llevamos en maps.me, sólo necesitan cargarle el archivo en kml (cualquier convertidor de internet pasa de gpx a kml).
  • Busquen lubricante de cadena para clima seco, no vayan a usar de climas húmedos porque se empasta todo. Nosotros aprendimos que hay que utilizar lubricante de cera (en la Baja venden uno llamado “Squirt: wax and water emulsion”) y llevar un cepillito de dientes viejo para quitarle el polvo a la cadena.
  • Prepárense para noches frías (por debajo de 0 grados). En la parte norte de la Península, la temperatura cae por las noches. Ya sea una buena chamarra y ropa térmica (importante: calcetines) o un sleeping muy chido, pero lleven algo para las noches frías.
  • Cuídense del sol. Aunque el aire esté fresco, la radiación pega duro y nadie quiere una quemadura grave en medio de la ruta.
  • Busquen información y recomendaciones de diferentes personas que hayan pedaleado la ruta, finalmente, cada recorrido es diferente. De nuevo les recordamos que todo lo que escribimos aquí fue a partir de nuestra experiencia y que si tienen alguna duda, nos escriban. 


Aunque podríamos seguirnos un ratote escribiendo, es todo por hoy. Gracias por leer y si hay algo específico que les gustaría ver en el blog de DosErreMx sobre La Baja o sobre otra cosa, por favor no duden en decírnoslo.


¡Gracias por leer! 

Melissa y Nicolás.

 

 

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2 comentarios

Ver estas postales me recordo hace un año cuando rode esta ruta que es una experiensa única, felicidades amigos

Heliodoro Nolasco Rebollar

Un saludo amigos lei los textos y me recorde con las postales subidas y recuerdo cada lugar y lo uvico hace un año la rode, no la termine por trabajo pero una experiencia y vivencia inolvidable muy recomendable a locos como nosotros un gran abrazo y en el camino andamos

Heliodoro Nolasco Rebollar

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